21 de julio de 2010

A Miguel Ángel Asturias

"Su fuerza eran las flores.
Su danza eran las nubes"
(Hombres de maíz, Miguel Ángel Asturias)

Tu perfil lleno de historia
como el de un águila de vuelo eterno
tu destino paciente y dulce
escrito en monolitos de piedra y jade
susurrado por la gloria del quetzal
de río a río, de sombra a sombra
desde la selva fría hasta la costa sudorosa

Lloviznas de letras son tu imaginación
que fluye y desemboca en el océano
de almas en guerra que son tu tierra
tierra de volcanes quemados
nacimientos de ceniza inundados 
con el agua despiadada del fondo de tus lagos

Malditos los que claman tu alzamiento
sin ahuyentar de ellos el sigilo
con que se mueve el prejuicio
sin callar el nombre que te dieron
más allá de tu frontera
donde solo eras una planta
recién descubierta
una especie exótica de metáforas
nada más que una serpiente
de colores vivos

Bendito seas tú, pájaro del cielo indio
con tu espíritu de cadejo santo
y tu legado que es todo lo que fue
en otros tiempos
lo que había cuando dormías
y lo que hubo de venir cuando zarpaste
hacia un horizonte de dioses

Alabado tu olor a tierra mojada
tu alma pura de monja blanca
y tu frondosidad de ceiba sagrada
abonada con ritos y palabras.

Mayo

Frío, dolor y vida
disonancias, agua y poesía
pasos, ojos y silencio
sospechas, disimulo y frío
murmullos, histeria y soledad
verde, peste y suciedad
espuma, dolor y sonrisas 
ruidos y memorias perdidas
escondites, retorno: vida.

6 de julio de 2010

Versos pálidos

Nunca hecho
nunca sentido
jamás pensado
tal vez olvidado
siempre presente
jamás escuchado

***

Desde un grito lejano
hasta el dolor quien agoniza

Desde un cielo gris
hasta una ave herida

Desde un pueblo callado
hasta una brisa de lava

Desde una nube de humo
hasta la exaltación de lo irreal

Desde un cristal roto
hasta la sangre de mis venas

Desde un cuento
hasta la inmortalidad

Desde el olvido
hasta la soledad

Desde un alma que llora
hasta la forma de un dios

Desde el asco
hasta la resaca del amor

Desde la soledad de una montaña
hasta la esperanza de morir

Desde una lágrima que cae
hasta el hastío de reír

Desde  los sentimientos puros.
hasta el color de mis letras

Desde un ataque de locura
hasta la negación de la existencia.

Desde el vacío apartado
hasta la muerte

Desde un arduo comienzo
hasta no verte siempre

***

Nunca hecho
nunca sentido
jamás pensado
tal vez olvidado
siempre presente
jamás escuchado