2 de abril de 2011

La palabra II

Cuando aparece no está,
Esconde su forma de formas:
El verbo despierto
La figura hablada;
Para ser pulida en rituales,
Para olvidar el vacío
Y su intacto letargo.

Se mueve,
Como una piedra lanzada
 Hacia la espesura de un manglar;
Atravesando un río de costumbres;
Saltando las ondas del eterno retorno,
Una a una, para no perder detalles,
Ni la razón por la que blasfeman los silencios
Desnutridos por el sueño interrumpido.

7 comentarios:

  1. Esa palabra que a veces hiere y otras ama... ¿me la traes?....

    Besos de Sábado.

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  2. la palabra, superficie pulida en el ritual del poema, atraviesa todas las rutinas. Nombra y re-nombra los silencios. Tus versos se hacen Belleza pura opuesta a la razón. Cariños

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  3. En sábados como hoy tal vez la palabra juegue y se disfrace... pero trataré de encontrarla, Elisa. Besos.

    Claudia, gracias por estar siempre por aquí y por dejar tu huella que marca hondo. Besos!

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  4. Me han encantado los dos. Describen muy bien esa sensación al escribir...
    Besos

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  5. Es lo que intentaba, Elena, me alegra que surta ese efecto. Besos!

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  6. Creo que era Blas de Otero quien decía:
    "Nos lo podrán arrebatar todo,
    nos queda la PALABRA."

    Delicioso poema.
    Como siempre, tan intenso y latiendo con fuerza.
    Me gusta leerte.
    Un beso Allan.

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  7. Mondina... Encantado de que te guste y de que te pases por aquí. Lo mejor que nos puede pasar a los que intentamos decir algo (con más o menor acierto) es que haya alguien escuchando, o leyendo, en este caso... y si además elogian nuestras palabras, la satisfacción es doble. Besos y gracias!

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