Ya que últimamente mi afición al cine está creciendo de forma casi incontrolable (un eufemismo para decir que tengo bastante tiempo libre y que apenas escribo cosas que valgan la pena), me ha dado por empezar a dar una pequeña opinión sobre las películas que voy viendo... Le ha tocado al bueno de Cronenberg ser el primero, con una de esas películas a su más puro estilo... Que conste que ni siquiera es una recomendación para ver la película, es solo que.. ya que puse la crítica en Filmaffinity, mi blog no iba a ser menos. Ni el título ni la extensión (de mi texto) son algo digno de reseñar, pero...
Cronenberg y su forma de entender la "filosofía":
Hay formas y formas de contar las cosas. El cine siempre proviene de una idea primigenia a la que se la rienda suelta y cada director trata de hacerlo a su manera. Cronenberg lo consigue. Partiendo de la premisa "El hombre es un animal que piensa demasiado" y la intención de un médico, bastante experimentador, que tratará de liberar a las personas de sus torturadores razonamientos (sobre todo los relacionados con la ética y prejuicios de ella derivados), Cronenberg nos cuenta una historia que, si se ve con los ojos adecuados, nos llevará a preguntarnos hasta qué punto las sociedades modernas actuales se ven atrapadas en un laberinto de deseos sexuales que necesitan saciar a cualquier precio, en el que las infidelidades, las filias y demás "vicios" están a la orden del día. Utilizando como elemento de suspense (que no terror, nunca terror) la voluntad sexual sin límites, simbolizada con un parásito que se mueve como se mueve la perversión dentro de un cerebro humano, quizás débil, quizás demasiado fuerte, Cronenberg nos transporta a su mundo... en nuestras manos estará el querer escapar a tiempo, o no.
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