Nunca hecho
nunca sentido
jamás pensado
tal vez olvidado
siempre presente
jamás escuchado
***
Desde un grito lejano
hasta el dolor quien agoniza
Desde un cielo gris
hasta una ave herida
Desde un pueblo callado
hasta una brisa de lava
Desde una nube de humo
hasta la exaltación de lo irreal
Desde un cristal roto
hasta la sangre de mis venas
Desde un cuento
hasta la inmortalidad
Desde el olvido
hasta la soledad
Desde un alma que llora
hasta la forma de un dios
Desde el asco
hasta la resaca del amor
Desde la soledad de una montaña
hasta la esperanza de morir
Desde una lágrima que cae
hasta el hastío de reír
Desde los sentimientos puros.
hasta el color de mis letras
Desde un ataque de locura
hasta la negación de la existencia.
Desde el vacío apartado
hasta la muerte
Desde un arduo comienzo
hasta no verte siempre
***
Nunca hecho
nunca sentido
jamás pensado
tal vez olvidado
siempre presente
jamás escuchado
Ésta me gusta mucho, me parece muy original.
ResponderEliminarSí, se me antoja tu poema mezcla de blanco, del que veo el origen que mencionas, sin que no obstante me dejé allí tu poema, en ese silencio que no es tal -en esa nada fructífera que imagino; nada primigenia- sino que vas llenando el cuadro de tristeza (el cuadro que formó en mí tu poema, claro) impregnándolo de izquierda a derecha de pincelazas negras, que hacen cenizas tus versos. No obstante, de entre tus causas y efectos, he podido rescatar algo de luz. Pálidos tus versos, y hermosos. Un placer leerte.
ResponderEliminar¡UPS! Donde escribí "pincelazas" léase "pinceladas"...
ResponderEliminarGracias por el comentario Mercurio y por pasarte a leerme, viendo tu blog creo que no es necesario que explique la satisfacción que genera el que alguien se interese por nuestras creaciones. Un saludo.
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