¿Recuerdas cómo empezó todo?
¿Recuerdas la primera puerta que abriste
Y tu primer suspiro ahogado
Entre prohibiciones?
Sonríe pequeño;
Sal a caminar y cuenta las gotas
Que golpean tu piel desnuda
Antes de empezar a enfriar tus anhelos;
La euforia debería ser la máscara
Que cubre tus gestos nerviosos
Cuando contemplas
Y germinas tu infinito, tu universo negro,
Donde toda luz es nada
Y cada cuerpo ínfimo se vuelve canto.
Sonríe desde ese rincón cómodo,
Improvisado entre ancestros, muebles
Desgastados, ropa desteñida,
Ventanas que no muestran nada;
Entre libros robados y plumas
Siempre a punto de vaciarse;
Entre hojas de cuadernos y libretas
Con tendencia a borrarse y perderse;
Y discos transformados en vidas pasadas.
Sonríe pequeño
Las paredes no se estrechan
No arde tu entorno; la rutina se mueve,
Cabalga motores grasientos;
Y tu esencia lubrica el óxido pestilente
De la tristeza.
(En mi otro blog se puede leer un texto basado en este poema... una "Carta extraña" En realidad el texto fue un poema en su día... del que saqué este poema, que por cierto presenté a un concurso donde pasó sin pena ni gloria, pero pasó jeje, y bueno, por no desperdiciar los versos que aquí faltan de la primera versión decidí hacer algo tan original como convertirlo en prosa... con alguna pequeña modificación, por supuesto. Espero que les guste, saludos.)
si puedes recordar las prohibiciones y aún asì abrir las puertas negadas, ponte a sonreìr, porque ahora puedes permitirte suspirar con libertad frete a todos los comienzos. Abre tu sonrisa, que no te oxide la tristeza. Un gran abrazo
ResponderEliminarqué guay que decidas ponerlo aquí y compartirlo con nosotros.
ResponderEliminarTe digo lo de siempre; déjate ver más, hombre!!!