Mírame sonreír
Tú que aún puedes mantener los ojos abiertos
En mí se cierra, forzado, el último canal
Que comunicaba con ese escenario
Lleno de hadas y flores enredadas
Al que escalaban tantos
Personajes de mitologías recordadas
Por nostalgia, por error o por mandato
Mírame sonreír
Y los dos sabremos ignorar
Los arrebatos de sensaciones infantiles
Que sólo consiguen hacer que la noche acabe antes
Sin llegar a contemplar el extenso firmamento
Lleno de pequeños vacíos capaces de llenarnos
Mientras nos descubrimos desnudos y radiantes
Mírame sonreír
Cuando escucho tu voz
Consiguiendo adormecer la muerte del alma
Del mundo que se apaga
Entre estruendos de bombas y metrallas
Hasta confundir la felicidad con un pequeño silencio
Al que sólo se atreven a interrumpir
Por un lado, la ira
De quienes no aprenden a reconciliarse
Y por el otro, los suspiros
De los que todavía se aventuran a desearse
Nosotros.
En ocasiones los pequeños silencios pueden ser la felicidad, entre tanto estruendo de bombas y metrallas, de ira; desearse también se vuelve una aventura. Besos
ResponderEliminarA veces, aún con un silencio, muestras mucho más a quién deseas. Los suspiros llegan luego, cuando recuerdas con encanto la escena.
ResponderEliminarEstoy con Claudia, desearse es toda una aventura.
Besos rodeados de hadas y flores enredadas ;)
claudia... totalmente de acuerdo también. Los silencios llegan a veces cuando las palabras no hacen falta... la felicidad es indescriptible.
ResponderEliminarBesos!
Pati... Toda la razón. Los suspiros son como el orgasmo del silencio. El deseo es una aventura... sin duda, hay que vivirla y disfrutarla.
Beso desde esta selva de arrebatos inexplicablemente soportados ;)
Como siempre, consigues dejarme sin palabras... Un abrazo :)
ResponderEliminarSiria o cantora, no sé como llamarte jaja
ResponderEliminarGracias por el comentario... que lo leas y te guste ya es más de lo que podría pedir ;)
Un abrazo!
Que os vean sonreír a través de los cristales.
ResponderEliminarhola Alan,que hermoso! precioso poema,gracias por compartir!eres muy amable
ResponderEliminarun abrazo y el silencio,también tiene ecos,sonidos,hacen ruido!
beso
lidia-la escriba
Hola, Allan, llegué a través de un blog amigo, me gustó tu espacio, escribes de una forma que me atrae y voy a quedarme.
ResponderEliminarTe dejo un saludo y el link de mi espacio, por si tienes ganas de darte una vuelta.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Lidia... el silencio es capaz de gritar... tenemos que aprender a escucharle. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn beso!
Humberto... encantado de que estés por aquí y gracias por quedarte. Me paso por tu blog, sin duda.
Un saludo.