Se va y no sé si puedo decir nada
más. Se va como se va el invierno, sobre un lecho de frío derretido y gotas; gotas
de vida mantenida apenas, de ésa que sólo deja un rastro, una efigie que avanza
en el firmamento de la memoria, una imagen evocada sin aviso previo, un azote
de sensaciones que advierte que el dolor es una señal de lo que vendrá, como las
nubes que templan el verano cuando descargan rabia, luz, belleza y ruido. Lo
que viene se va; el egoísmo obliga a aceptarlo, nos empuja a ello. Ella se va y
yo vuelvo a sentir que la rutina nunca lo hizo, vuelvo a creer que en la lucha
siempre se está solo, aunque la esperanza nos rodee, como ahora lo hace.
Hace olor a lluvia y a melancolía, hace poco he escrito sobre esto. Un saludo desde luz y penumbra :)
ResponderEliminarLa lluvia nos empapa de ideas... nostalgia, deseo, luces y sombras... lo tiene todo. Estaré atento a tus escritos. Saludos.
ResponderEliminarDifícilmente cuando algo se nos va logramos articular palabra o acomodar un pensamiento, y es cierto que todo cuanto viene, tarde o temprano, se va. El primer verso me atrapó e hizo que me anticipara a una excelente lectura. Eso me encantó, Allan:
ResponderEliminar"un azote de sensaciones que advierte que el dolor es una señal de lo que vendrá, como las nubes que templan el verano cuando descargan rabia, luz, belleza y ruido."
Hay en tus letras belleza, delicadeza, agudeza y una melancolía tan divina que se enreda en los sentidos placenteramente.
Un gusto leerte, paisanito.
Besos.
Me gusta. Por la brevedad y por lo que llenan las palabras. Un beso :)
ResponderEliminarLiz... es cuestión de saber aprovechar ese período de tiempo en el que lo que llega, se queda, por corto que pueda ser. Aunque de esto me (nos) de(mos) cuenta casi siempre tarde.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, paisana... comentarios como éste también son un gusto leerlos.
Un beso!
Sara... A veces no son necesarias muchas palabras para expresar lo que se quiere... si llenan, ya ha valido la pena.
ResponderEliminarUn beso y gracias por pasarte ;)
Se va o no... vive el momento, atesóralo, disfrútalo, vívelo y seguramente perdure sin que apenas lo percibas.
ResponderEliminarBesos
Disfrutar el presente, aquí y ahora... de eso se trata, aunque a veces cueste darse cuenta.
ResponderEliminarGracias por el comentario y el consejo, "respirando entre palabras".
Un beso
hoy pase mas temprano,veo que no te ha gustado,mi comentario...eres dueño de elegir a quien si y a quien no!
ResponderEliminarsolo te dejo un abrazo enorme!feliz día del amigo POETA!
un abrazo,
gracias!
lidia-la escriba
Hola Lidia... no sé a qué comentario te refieres... no elijo quién comenta... estoy en contra de cualquier tipo de censura. Además intento responder a todos los comentarios... no sé a cuál te refieres.
ResponderEliminarUn abrazo para ti también y gracias por pasarte por aquí.
estamos solos en la lucha del tiempo, y la esperanza es un harapo de lujo, casi inútil. Todo se va, hay un punto en el que sabemos que nadie puede acompañarnos. Besos
ResponderEliminarCreer que no siempre se está solo, aunque la sensación y la compañía sean pasajeras, creo que no es algo malo.
ResponderEliminarQuizá la esperanza sea un harapo, pero alguna utilidad tendrá... sobre todo en el invierno del alma.
Un beso grande, Claudia.
SABES QUE ME ENAMORAS EL ALMA CON CADA COSA QUE ESCRIBES SABES QUE SIGO AQUI....
ResponderEliminarYo equiparo la esperanza con el instinto de supervivencia. Nos es imprescindible para seguir avanzando. Esperar “ALGO” es tener capacidad de lucha. La esperanza es una fuerza que impide rendirnos y nunca, hay que considerarla como una garantía.
ResponderEliminarDaniella, es verdad, Allan con su pensamiento escrito enamora el alma.
Saludos para todos y un abrazo para ti Allan.
Daniella... muy bonito lo de enamorar el alma, quizá sea ese el amor más profundo, un amor casi espiritual... aunque a veces se queda en palabras. ¿Quién confía ciegamente en los sentimientos? No digamos ya en las palabras que intentan expresarlos...
ResponderEliminarUn beso y gracias ;)
Mondina... completamente de acuerdo. Es necesario anhelar algo, para que la vitalidad se mantenga y no decaigamos. Para unos más que otros, la caída, la desolación, la apatía... está cerca. La ilusión/esperanza, nos mantiene en pie.
Un abrazo para ti también :)