¿Quién no ha soñado lejanías?
¿Y quién no ha deslizado su mirada sobre las distancias?
Tu carta, entregada como se entrega un instante
En otras lenguas y desde otras leyendas
Para descubrirte en ella y casi mirarte
Comprender al tocar, y leer que la existencia
No es más que un viaje. Risas y penas surcando
Ríos y caminos. El deseo convertido en millones de ciudades
A cuál llegar, nadie pregunta; partir puede ser un error,
Quizás uno grave. Pero recibir promesas
Risas y silencio, consigue devolver la efigie del anhelo
A ese estado anterior, como siempre quisimos recordarla.
La poesía no se derrama, como dicen
Ese es el papel de las lágrimas y la sangre
Por eso estos versos irradian fragancias jamás percibidas
Pobres ellos, pues soñaban
Con pertenecer a algo grande
Más, incluso, que esta distancia.
Preciosas palabras! Exótico sentimiento lleno de melancolía... Besos!
ResponderEliminarGracias cantora! me alegra que te guste :) un beso!
ResponderEliminarEl silencio evoca melancolías mas hermosas que las realidades. Me encanta!
ResponderEliminarAmen, condesa... el silencio es a veces el mejor mensajero de la existencia: nostalgia, melancolía, alegría o euforia... todas pueden viajar con él.
ResponderEliminarpartir la nostalgia a golpes de versos, y sí..tus letras derraman perfumes nuevos, aun en la distancia. Besos
ResponderEliminarLas distancias pueden medirse en metros, kilómetros, millas... o añoranzas, no es así, Sonia?
ResponderEliminarGracias por el comentario. Un beso!