Y a ti
como si fueras una más
otra igual entre tantas
no te dije nada
Te acaricié
con mi desaire
traicioné tu dulzura
bebí de tu indiferencia
A ti
a quien destrozaría
mi amor de calabozo
no pude decirte nada
No pude decir nada
no puedo decirte nada
no quieres que diga nada
Soñemos.
Las palabras atan la carne al vacío; a veces es mejor obviarlas...
ResponderEliminarUn abrazo