22 de octubre de 2010

Un brindis

Brindo por ti,
Reina sin trono,
Musa de la intención,
Prisión de carne.

Brindo por tu melena
-Escondite turbio
De un misterio ya resuelto-

Brindo

Por tu corazón;
Olvidado entre humo verde,
Disuelto en la codicia,
Sumergido entre ayeres;

Podrido y hechizante.

-La belleza acabó
Nutriendo al desprecio-

Brindo

Por arrancarme de los ojos
Tu boca delirante;
Que no prometió volver
Y jamás se extingue.

5 comentarios:

  1. tu poema me pinta selvas en cabellos ondulantes, ojos que deliran en el perfil donde conviven la magia y lo concreto.Alto Poema!!.Brindo con vos (o contigo).Un abrazo desde Entre Ríos (Argentina)

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  2. brindo por tu claridad de visión en bocas propias y ajenas, y sobre todo brindo por la capacidad de andar después de ver.
    Brindis a brindis vamos a acabar bebidos...

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  3. Claudia, gracias por tu comentario y por visitar mi blog desde tu tierra (dadora de grandes nombres literarios). Un abrazo para ti también.

    Elena, la figura de una boca suculenta marca con su ausencia; ¿Cómo olvidarla? ¿y cómo caminar con la carga de su presencia, sin dejar un reguero de sangre-versos en el camino?
    Un abrazo y un brindis, pues el dolor y las alegrias se confunden cuando el vino se vuelve tinta. Tal vez eso ya lo sepas.

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  4. Brindo también por que sigas subiendo cosas tan buenas señor ZenitraM!

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