Reliquias del yo mártir:
El azar las levanta del suelo-tiempo
Y las devuelve al paraíso
De las situaciones mancilladas,
Donde lo simple es lo cierto
Y lo único
Que aún alimenta es el sueño
Que una vez escondieron.
Mientras tanto levitan, ignoradas.
El arte del idealismo: un juego
Que se vuelve innumerables actos
De obsesiones inocentes e inconscientes,
Que giran en el bucle del eterno retorno
Para permanecer y ser lo nunca olvidado.
Todo eso cada instante;
Mucho silencio;
Y los gritos como lloriqueos metafísicos.
El idealismo de los mártires fue lloriqueo metafísico, aquí vivimos tratando de hacerlo de tal manera que merezca la pena volver a vivir,cada día, cada instante sin miedo al error y su recurrencia. Tu poema es arte. Saludos
ResponderEliminarEscalofríos y desazón. Interesante cocktail de palabras.
ResponderEliminarBss
Inquietante...
ResponderEliminarCuántos matices tienen tus palabras, tantas como lecturas han hecho de ellas.
ResponderEliminarAl final, es la palabra que permanece y nos hace perseguir ...o sobrevivir?
Un abrazo,
A.