(Aunque mucha gente los critica para mal, a mí algunas canciones de Héroes del silencio me vuelven loco, y como ya soy más viejo y sincero, ¡qué más da!)
Un día más siempre es una buena excusa para levantarse de la cama. El contraste de temperaturas de mi cuerpo envuelto entre las sábanas y el edredón también es una buena forma de saber que mis sentidos siguen vivos, menos la vista, que sin las gafas apenas sabe distinguir un libro de un disco, o una letra de un signo. Como en invierno siempre duermo con la ropa de a diario, no tengo que vestirme. Lo primero que hago es ir a la cocina a tomar café y desayunar. Voy al baño a desahogar mis necesidades físicas y a echarme un poco de agua en la cara, más por costumbre que porque crea que sirve para algo. Después me pongo a leer o a comprobar las actualizaciones de los blogs que sigo y a cruzar los dedos porque tenga emails nuevos, pues siempre me da una alegría inocente recibirlos. Cuando me aburro me pongo música o toco la guitarra, hasta que vuelva a aburrirme y decida ir a comprar algo para comer ese día…
Aunque, hoy también puedo sentarme a esperar a que alguien me llame o se me acerque para felicitarme por mi cumpleaños. Sé que alguien vendrá y tengo muchas ganas, pues últimamente he aprendido a valorar el verdadero sentido de los abrazos. Regalos no habrá y tampoco hacen falta. Con 25 años por suerte soy capaz de comprarme por mí mismo lo que necesito, casi todo lo que necesito.
Felicidades, por muchos años. Un abrazo.
ResponderEliminarA veces lo que necesitamos ni se compra ni se vende... pero igualmente llega tarde o temprano.
ResponderEliminarMuchas gracias Mondina... aunque más que muchos, los prefiero buenos ;)
ResponderEliminarErsebeth, creo que sí... pero todo tiene un precio, hay que saber distinguir si nos vale la pena pagarlo